Resulta difícil referirse a un tema que tenga más impacto o relevancia sobre las variables del empleo que el proyecto de reforma al sistema de pensiones.
Fuente: pulso.cl
El 5% de aumento en la cotización no puede ser inocuo en ningún escenario. Si el costo es asumido totalmente por los empleadores, estos verán afectadas sus estructuras de costos y tendrán que tomar las medidas pertinentes para solucionar la contingencia, sacando trabajadores, reemplazándolos por tecnología o desacelerando el ritmo de crecimiento en los salarios. Si el costo, en el mediano y largo plazo, es asumido por las personas (que así terminará siendo), el efecto seguro es la desaceleración en el ritmo de crecimiento de los salarios.
Como nada es absoluto, los efectos serán compartidos. En el corto plazo, los ajustes vendrán más por el lado de las empresas, y luego, cuando el alza se internalice en las estructuras de remuneraciones, los efectos ya habrán pegado en los bolsillos de todos.
Lamentablemente, nuestro mercado laboral no está en el mejor pie para resistir este embate (alto riesgo de generar un mayor desempleo), no es justo que las personas se hagan cargo de las brechas actuales, ese es trabajo del Estado.