Los efectos que tendrán en el mercado laboral la reforma, las elecciones presidenciales y la instalación del gobierno de Trump en EE.UU. son las interrogantes que marcan el inicio del próximo año.
Fuente: emol.com
María de los Ángeles Pattillo
El año que viene no se vislumbra como el de despegue de la economía chilena. Por lo mismo, las proyecciones de generación de nuevos empleos, aumento de remuneraciones y tiempos de colocación serán más bien ajustadas. Sin embargo, debiera ser un buen momento para comenzar un emprendimiento o tomarse un año sabático.
Así se desprende del análisis que hicieron para "El Mercurio" cinco expertos de distintas áreas relacionadas con el mundo del trabajo: el consultor y experto en relaciones laborales Huberto Berg, el psicólogo laboral y académico de la UAI Eduardo Barros, la socia de Humanitas Global ExecutiveSearch, Alejandra Aranda; el director académico del diplomado en gestión de compensaciones y desempeño del Centro de Desarrollo Gerencial de la U. de Chile, Sebastián Ugarte, y la economista e investigadora asociada del Centro de Estudios Financieros de la Universidad de los Andes, Cecilia Cifuentes. Todos ellos dan a conocer las claves para entender este 2017.
Con baja creación de empleo, habrá movilidad interna en las empresas
"El crecimiento de la economía va a estar levemente mejor que en 2016, pero aun así la situación del mercado laboral debiera empeorar", señala Cecilia Cifuentes. A su juicio, la tasa de desempleo subirá hasta llegar al 8%, producto de la saturación de la ocupación por cuenta propia. "Se van reduciendo los espacios para este microempleo. En 2017 va a haber más creación de puestos asalariados, pero el menor dinamismo del cuenta propia dará como tendencia el alza del desempleo", explica.
Frente a este escenario, la economista es tajante: no será un año de grandes oportunidades de trabajo. Ugarte coincide con este diagnóstico a la hora de buscar opciones en el mercado, pero aclara que será un buen momento para potenciar el desarrollo de carrera al interior de las compañías. "La movilidad laboral es baja y las contrataciones son para reemplazar cargos que quedan vacantes más que por nuevas posiciones, pero eso lo aprovechan las mismas organizaciones para promover gente", dice.
Barros, quien también es socio de EB Consulting, advierte que muchas compañías corren el riesgo de exagerar con las acciones preventivas que están tomando para capear la situación económica. En su mayoría, hacen ajustes en los equipos y en los niveles de inversión para capacitar a los colaboradores. "Hay que saber muy bien qué se reduce, pues es como poner a dieta a alguien. Esa persona puede llegar a su peso óptimo o bien quedar tan delgada que se hace débil. Este es un ejercicio que requiere mucho diseño".
Según sus cálculos, la recolocación del personal, para que vuelva a rendir tal como lo hacía el antecesor, tarda a lo menos seis meses, considerando los procesos de reclutamiento, selección y entrenamiento. Por otra parte, disminuir el presupuesto en capacitación también tiene consecuencias negativas: "El mensaje de que las personas importan no es percibido como tal, si es que se disminuye la inversión en ellas al no haber buenos resultados".
Sobre los ingresos, distintos expertos tienen la misma mirada: no será un buen año para pedir aumento de sueldo. Berg destaca que incluso entre algunos dirigentes sindicales se tiene esta percepción de que el contexto no está para solicitar mejoras de condiciones: "Hay casos donde se ha acordado mantener el statu quo , dada la realidad económica que se vive, dejando abierta la posibilidad de revisar los acuerdos si en el futuro cambia el escenario", comenta el consultor.
Ahora bien, Ugarte cree que las empresas podrían tener más holgura en caso de que la inflación no crezca tanto, como se proyecta. "Si ya se hicieron los presupuestos considerando subir los salarios del personal por inflación, y termina siendo menor, puede haber más margen. Pero eso no es por un mejor rendimiento y por tener más caja".
El académico de la Universidad de Chile subraya, además, que en caso de haber incrementos en los salarios, las compañías, probablemente, seguirán optando por dar más peso a las bonificaciones o renta variable: "Dentro del paquete de compensaciones se prefiere mantener congelado el sueldo fijo e irlo transfiriendo en el mix de pago hacia el variable, pues así la gente tiene una mayor obligación de ser más productiva".
Para Cifuentes, la factibilidad de negociar con éxito un aumento salarial va a depender mucho del rubro en el que esté inserta la empresa. A su juicio, las áreas de la salud, turismo y educación son las que tienen mejores perspectivas para 2017: "Las dos primeras requieren de distintos niveles de calificación, por lo que pueden generar mucha diversidad en la oferta de trabajo, mientras que la última aún tiene una importante demanda insatisfecha, por lo que va a ser un sector que estará creando empleo".
Buen año para tomarse un sabático
A pesar de la baja expansión económica, Cifuentes cree que el escenario es ideal para emprender, dados los actuales procesos de cambio en la forma de producir y consumir: "Están apareciendo nuevas demandas constantemente, lo que hace surgir negocios y oportunidades".
Eso sí, Ugarte recomienda que al hacer un emprendimiento, lo mejor es mantener paralelamente el empleo asalariado en caso de tenerlo. "No creo bueno arriesgarse tanto por cuenta propia, a menos de que se estén generando flujos", indica.
El 2017 también será un buen año para tomarse como sabático, estima Cifuentes: "Quien tiene los ingresos para hacerlo, debe considerar que es mejor irse ahora que en un año más activo". En ese sentido, Ugarte subraya que también dependerá del perfil de cada trabajador: "Es mejor para la gente con más de 10 años de experiencia optar por el desarrollo de carrera y tratar de buscar una oportunidad al interior de su empresa, pero para las personas que recién están saliendo es una opción irse fuera a aprender otro idioma ahora, cuando hay esta sensación de estancamiento".
Reforma laboral sigue generando inquietud
Aún hay tres elementos que no se han definido y que pueden influir fuerte en el comportamiento del mercado laboral en 2017. La manera en que se implementará la reforma laboral es una incógnita que va a provocar ruido, coinciden los expertos. "Independiente de si su impacto sea real o no, es un tema que genera preocupación, pues hay una sensación de inestabilidad", dice Sebastián Ugarte, de la U. de Chile.
Cecilia Cifuentes, investigadora de la Universidad de los Andes, la califica derechamente como una amenaza: "Lo que hace la reforma es entregarle herramientas a los dirigentes sindicales, que ellos ven si las usan o no, pero que finalmente generan mayor conflictividad en las relaciones laborales. Ahora está por verse hasta qué punto se utilizan estas herramientas".
Otra interrogante es lo que va a pasar con las elecciones presidenciales. "Las empresas van a esperar a ver quién sale antes de hacer cualquier inversión importante", señala Ugarte. Alejandra Aranda, socia de Humanitas Global Executive Search, indica que la composición de los gobiernos corporativos también va a definirse luego de este de este hito: "En el directorio siempre es bueno tener un porcentaje de gente con agenda público-privada, que tenga un nexo con el Gobierno".
Aranda identifica la instalación del gobierno de Trump como el tercer escenario que puede modificar el comportamiento de la economía en Chile y, por lo mismo, del empleo. "Somos un país pequeño, que importa y exporta mucho, y tenemos multinacionales, por lo que la economía americana es muy relevante para el país".