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Una legislación laboral para el siglo 20

Esta legislación hará más rápida la transición, al incentivar a las empresas a dar un salto hacia una verdadera transformación digital. Pero tendrá un efecto demoledor en el desempleo.

UNA LEGISLACIÓN LABORAL PARA EL SIGLO 20

Fuente: Diario Estrategia

Esta legislación hará más rápida la transición, al incentivar a las empresas a dar un salto hacia una verdadera transformación digital.

Pero tendrá un efecto demoledor en el desempleo. Hace setenta años atrás el título de esta columna habría sido considerado "visionario".

Hoy es anacrónico. Y anacrónico es lo primero que se me viene a la mente respecto de la recientemente promulgada reforma laboral. Ya no solo no deja contentos ni a trabajadores ni empresarios: es que no le va a servir ni a unos ni a otros, y en un plazo no superior a cinco años estaremos hablando de la reforma a la reforma, discutiendo temas que ni siquiera se contemplaron en la actual discusión.

En los próximos diez años va a haber un cambio estructural del trabajo tal y como hoy lo conocemos, en todo el mundo, y producto de doce tecnologías disruptivas que tendrán un impacto económico de entre una y dos veces el actual PGB de Estados Unidos.

Debido a lo que viene ahora mismo en materia de inteligencia artificial, robótica avanzada, vehículos autónomos y semiautónomos, Internet de las Cosas, Internet móvil, computación en la nube y Big Data, rápidamente entraremos a un mundo en el cual habrá minas sin mineros, transportes sin choferes, comercio sin vendedores, bancos sin sucursales, oficinas con muy pocos trabajadores, o fabricas sin operarios.

El trabajo por cuenta propia - que es muy vulnerable en materia de regulación laboral - va a superar al trabajo dependiente - que es donde se ha centrado la reforma. Esta legislación hará más rápida la transición, al incentivar a las empresas a dar un salto hacia una verdadera transformación digital. Bien por ese lado.

Pero tendrá un efecto demoledor en el desempleo. Preveo huelgas y estallidos sociales tratando de parar lo inevitable - la transformación digital del trabajo. Y de igual forma que volver a un sistema de reparto en pensiones supone técnicamente quebrar el sistema, mantener la forma de trabajar del siglo 20 será insostenible.

Nuestra élite política, empresarial y académica debería cuanto antes poner toda su energía y creatividad en capacitar a la masa laboral en las habilidades que se van a requerir después de la transformación digital del trabajo. Y otro tanto será necesario para la formación profesional y universitaria. Pero eso ya es otro artículo.

Alfredo Barriga Cifuentes

Ex Secretario Ejecutivo de Desarrollo Digital

Asesor en Estrategia Digital e Innovación Profesor UDP