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El proyecto en discusión señala que todas las empresas con ingresos menores a 75.000 UF se les aplicará este sistema que les facilita el cumplimiento tributario y que las afecta con una tasa del IRPC de 25%. En cambio, establece que el resto de las empresas, es decir, todas las demás que son grandes compañías, tendrán que afectarse con una tasa del 27%.

En varias oportunidades he pedido a las autoridades de nuestro país a través de estas columnas de opinión, que dejen de lado las discusiones políticas y que primen los argumentos técnicos en la tramitación del proyecto de ley de Modernización Tributaria, solicitud que no ha tenido eco en sus destinatarios, pues día a día siguen ventilándose en los medios de comunicación, argumentos ideológicos y políticos que convierten en una conversación de sordos esta importantísima iniciativa legal que se está tramitando en el Congreso. Si bien el proyecto no es lo que idealmente correcto, ayuda a mejorar problemas que la actual normativa tributaria tiene.

Lo verdaderamente trascendental y que los señores parlamentarios de oposición no entienden, es que debemos terminar con la existencia de dos regímenes de tributación para las empresas en Chile. Esta opinión es compartida por todos los asesores y académicos que conozco, como también del Colegio de Contadores de Chile A.G. Sin embargo, se sigue demorando y obstaculizando la discusión interponiendo argumentos como "este proyecto rebaja la tributación de los más ricos", rechazando la eliminación de la renta atribuida y rechazando que los contribuyentes acogidos, obligatoria o voluntariamente, al régimen de integración parcial de los impuestos (contenida en la letra B del artículo 14 de la LIR), sin proponer una alternativa más allá de dejar el sistema tal como está actualmente. Lo anterior representa un tremendo error porque el actual sistema no es eficiente y no recauda más de lo que ya se tenía, motivo por el cual, urge realizar los cambios que el proyecto señala. Por otro lado, no es cierto que el proyecto de Modernización rebaje la carga tributaria de los más ricos, porque los más ricos en Chile no son las empresas, sino las personas naturales que son dueñas de estas compañías.

Hay que recordar que el Impuesto a la Renta de Primera Categoría (IRPC) es un crédito contra los impuestos personales, especialmente el Impuesto Global Complementario (IGC) que afecta a las personas naturales con domicilio y residencia en Chile, por el total de rentas que generen en un año comercial, siendo los retiros y dividendos percibidos las rentas que están directamente vinculadas con el tema que trato de argumentar.

El IRPC permite pagar el IGC que afecta a los dueños de las empresas, situación que también ocurre con las empresas acogidas a la letra A del artículo 14 de la Ley sobre Impuestos a la Renta (LIR), llamado sistema de renta atribuida y que era el principal aporte de la Reforma 2014-2016 y que iba a generar una importante contribución a la recaudación nacional, hecho que no se logró.

Es por ello que el verdadero tributo que afecta a los sectores más pudientes del país es el IGC que tiene una tasa que aumenta desde el 4% al 35% según se incrementa la base imponible, es decir, la sumatoria de todas las rentas del contribuyente. Es este el tributo que afecta al sector que la oposición dice quiere beneficiar el actual proyecto, evidenciando que este un argumento político no es verídico. Lo que olvida la oposición es que la Reforma Tributaria 2014-2016 rebajó la tasa máxima del IGC de un 40% a un 35%... ¿por qué? ¿acaso ese proyecto quería beneficiar a los sectores más ricos del país?

Por otro lado, el proyecto de Modernización Tributaria establece que las empresas pequeñas se acojan automáticamente a la "cláusula pyme" que es el mismo mecanismo contenido en el Artículo 14 ter de la LIR que fue creado en la administración de la Presidenta Bachelet en su primer periodo, pero que en la actualidad es optativo. El proyecto en discusión señala que todas las empresas con ingresos menores a 75.000 UF se les aplicará este sistema que les facilita el cumplimiento tributario y que las afecta con una tasa del IRPC de 25%. En cambio, establece que el resto de las empresas, es decir, todas las demás que son grandes compañías, tendrán que afectarse con una tasa del 27%.

Si el actual proyecto establece un único sistema de tributación en donde las empresas grandes tributan con un 27%, afectando incluso a las que actualmente están acogidas a las normas de la renta atribuida que tributan con un 25%, y concede automáticamente una carga tributaria menor a los pequeños y medianos empresarios; y fue la anterior reforma tributaria la que bajó sin mayor argumento la tasa del IGC de un 40% a un 35%, ¿qué iniciativa legislativa es la que está privilegiando a los más ricos?

Prof. Germán R.Pinto Perry

Director Magíster en Planificación y Gestión Tributaria

Universidad de Santiago

Fuente: http://www.diarioestrategia.cl//

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