Las cotizaciones actuales no son suficientes para generar jubilaciones más proporcionales a los últimos salarios percibidos por los trabajadores.
Al parecer, la tan esperada reforma a las pensiones va a ir por el lado de crear un "ente" estatal que intermediará un 4% adicional de recaudación para las pensiones entre los trabajadores y administradoras de fondos distintas a las AFP. El aporte lo harán los empleadores a una segunda cuenta individual. Tal vez el número sea 5,5% si se incluye otro 1,5% solidario, como propone la DC. Es decir, la carga de ahorro obligatorio para pensiones subirá un 40% o 55% según sea el caso. Finalmente, el costo se trasladará a los trabajadores a través de menores salarios netos o menores aumentos. Sube la esperanza de mejores pensiones futuras, pero con una menor remuneración para gastos presentes.
Las cotizaciones actuales no son suficientes para generar jubilaciones más proporcionales a los últimos salarios percibidos por los trabajadores. Ello responde a que el mercado laboral se ha beneficiado del vigoroso crecimiento del país en los últimos 40 años, siendo la remuneración promedio de la vida activa (que ha dado origen a los ahorros previsionales), inferior a las de los últimos años de trabajo. Otra razón positiva es el aumento de la esperanza de vida, aunque su consecuencia negativa es que el ahorro se reparta en más años de pensionado. Lo malo serían las lagunas de cotización, la informalidad laboral, las bajas rentabilidades o, de serlo, las altas comisiones.
La rentabilidad y comisiones, sin embargo, no explican jubilaciones magras. Las comisiones de las AFP equivalen de 1/3 a 1/4 de las cobradas por las otros administradores de fondos, locales y extranjeros. La rentabilidad acumulada por el sistema desde sus inicios se empina al 8,025% real, muy por sobre el 4% esperado originalmente, superior a lo que ha sido el retorno del portafolio del mercado mundial de similar período y tres veces más que la tasa de las rentas vitalicias.
Es probable que en el futuro las rentabilidades sean menores, en parte por un menor aumento de la productividad en el mundo. La idea de elevar el porcentaje de la renta que va a ahorro previsional es consistente con ello y, también, con el historial de lagunas laborales y mayor longevidad. Lo que no es consistente es excluir a las AFP de la solución. Proponer un "ente" intermediario estatal monopólico, de eficiencia desconocida, que buscará licitar la gestión de los ahorros, restringiendo la competencia por razones ideológicas, perjudica a los trabajadores. Aunque se ve el esfuerzo del gobierno por descafeinarlo, es mala idea por varias razones:
La solución planteada a las bajas pensiones viene de la mano de un mayor sacrificio de los trabajadores, que deberán privarse de un mayor porcentaje de su salario hoy. La creación del "ente" es solo un guiño ideológico que no contribuye a que las pensiones suban, más allá del obvio traspaso de consumo presente a ahorro obligado. Aunque, personalmente, creo que lo que hay que hacer es fomentar la competencia entre administradoras privadas, con libre elección, me parece preferible la AFP estatal al "ente". Cada uno decide por el 100% de su ahorro previsional (todo el 14%). Desde el senador José Miguel Insulza al premio Nobel Peter Diamond han opinado en este sentido. ¿Por qué no virar en esa dirección y que sea la mayor competencia la que, acompañada de más ahorro y el pilar solidario, traiga mejores pensiones?
Gerente General de Quiñenco
Fuente: www.pulso.cl