Conocido por ser el creador y socio del CDF, participa además en rubros como el agrícola, y fue socio de la firma que hizo la primera factura electrónica en el país. Sobre la venta del CDF a Turner -en análisis por parte de la FNE-, dice estar preparado: "Si esto no se vende, seguimos administrando".
"Yo soy medio giro sin tornillo. He visto muchas cosas. Soy un profesional que ha pasado por muchos lados. He sido consultor, trabajé en Copec, fui vicerrector económico de la UC. Y siempre me ha atraído el tema de las políticas públicas, a pesar de que tengo que reconocer que he tenido muy poco éxito... En este tema, en general, la gente no escucha". Jorge Claro Mimica, empresario, ingeniero civil y comercial de la Universidad Católica, creador y socio del CDF, habla desde la tribuna de la experiencia, pero también de los análisis económicos que hace desde años y que incluyen una propuesta tributaria que ideó en 2001, que en un punto calza con el proyecto del actual Gobierno: la recaudación que puede significar para el fisco, instrumentos como la factura electrónica y más actualmente la boleta electrónica.
Asegura que se decidió a dar esta entrevista para apoyar una política pública que es esencial, a su juicio: la implementación de la reforma tributaria del Gobierno y, en particular, la de la boleta electrónica obligatoria.
Claro no evade hablar de una de sus pasiones, el fútbol. Y en el área chica, la Universidad Católica, que presidió entre 1994 y 1996, los gloriosos años del "Beto" Acosta -de hecho, guarda una foto junto al goleador en su oficina- y Néstor Gorosito, y que es el equipo que tiene la primera opción de convertirse en campeón del torneo nacional.
"Mi pálpito es que no vamos a salir campeones. Mire los equipos con que nos toca jugar, la U viene embalada... Toca ahora jugar con O'Higgins, el 'fantasma' Figueroa estuvo en Católica y le va a querer ganar como sea" ¿De verdad no tiene fe? "Tengo un poquito de fe" reconoce con humor.
Venta del CDF: "Si esto no se vende, seguimos administrando. Sabemos hace mucho tiempo las reglas del juego y vamos a esperar"
Hoy, Jorge Claro está más bien alejado del día a día del fútbol, pero asegura que monitorea de cerca la administración del CDF, del cual, junto con otros socios, tiene el 20% de la propiedad, mientras que el otro 80% está en manos de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP).
A fines del año pasado, y en una reñida disputa entre oferentes, la señal acordó su venta, y con ello la venta de los derechos del fútbol chileno por más de US$ 2.300 millones al grupo Turner. Pero hoy la operación está a la espera del análisis de la Fiscalía Nacional Económica (FNE), en un proceso cuya carpeta acumula más de 1.400 páginas, y que podría definirse con plazo al 10 de diciembre.
¿Le complican los plazos que ha tomado el análisis de la FNE? "Estoy tranquilo, si esto no se vende, seguimos administrando. Está muy claro que si se vende no seguimos, y si no se vende, seguimos. Sabemos hace mucho tiempo las reglas del juego y vamos a esperar... Esperemos que salga luego, porque siempre es bueno eliminar una incertidumbre", responde.
El empresario es cauto al referirse a qué harán con el dinero que recibirán producto de la venta del CDF -más de US$ 180 millones-, porque explica que esos temas los ve su hijo Matías Claro, gerente general del Grupo Prisma, holding que agrupa los negocios del empresario y su familia en rubros como el inmobiliario, agrícola y de reciclaje, como también fundaciones educacionales, además del CDF, su inversión más conocida. Pero sí da pistas de las empresas que le gustan: "Somos de invertir en muy pocas partes, cuatro o cinco cosas, para hacerlas crecer. Creemos que hay que elegir empresas con potencial de crecimiento, que sean atractivas, y no es tan fácil encontrarlas. Llega un montón de gente a ofrecerlas, pero generalmente ofrecen cachos", asegura. "Las consultorías que hicimos por montón de años, desde el 81 en adelante, sirven mucho, porque a uno le abren la capacidad de descubrir dónde hay proyectos estratégicamente útiles, buenos e interesantes", agrega.
"Ojalá que no salga algún diputado y diga: 'Pero cómo le van a cobrar a las empresas chicas, cobren a las grandes...'. Las grandes ya pagan"
Es esta misma experiencia de años participando en distintos negocios la que lo tiene hoy con el foco puesto en la boleta electrónica y la importancia de su obligatoriedad.
En 2001, fue invitado a participar en la firma Acepta, que se transformó en pionera en la factura electrónica en Chile, un iniciativa que recién se convirtió en obligatoria en 2014 y en la que, según cuenta, tuvo alguna influencia. "Cuando Felipe Larraín fue ministro de Hacienda, entre 2010 y 2014, le dije que tenía que hacer la factura electrónica obligatoria y le insistí en un matrimonio. Creo que ahí se puso las pilas con el director de SII de la época, Julio Pereira, y sacaron el proyecto", indica.
Con cifras en mano, muestra sus cálculos sobre lo que podrían recaudar, tres instrumentos electrónicos si fueran obligatorios: la factura electrónica, que ya es obligatoria; la boleta -hoy parte el proyecto de reforma tributaria-, y la guía de despacho -que se presentó en una iniciativa paralela a la reforma tributaria-. En sus estimaciones, con esos tres instrumentos, el fisco recaudaría cerca de US$ 6.000 millones anuales, muy superiores a los US$ 1.100 millones que estima el Gobierno en su proyecto con la boleta electrónica obligatoria. Agrega que la guía de despacho, la boleta y la factura permitiría bajar a la mitad la evasión del IVA. "Una buena meta es bajar la evasión del IVA del 20% al 10%. En la OCDE, la tasa de evasión del IVA es entre un 10% y 15%, o sea, Chile está bastante más alto", afirma. De hecho, este año presentó estos cálculos a los asesores del ministro Felipe Larraín.
"No es solo la boleta electrónica. Hacienda dice ya tengo la factura electrónica obligatoria, pero aún debe ir a mirar si se dio boleta o no, y es más o menos fácil engañar. Pero, con la boleta electrónica en línea, la app entrega la información por internet al SII, y al final del mes va a entregar un resumen de todas las compras -normalmente con facturas-, y todas las ventas, con factura o boleta, y el SII tendrá que hacer algo muy sencillo: restar las ventas menos las compras y calcular la variación de inventario diaria (...) Y si hay una empresa que empieza a acumular mucho inventario es para pensar que no están dando boleta", detalla Claro.
"Ojalá que no salga algún diputado o diputada, de esos que son muy cariñosos con los que no pagan el crédito universitario, y diga 'pero cómo le van a cobrar a las empresas chicas. Cobren a las grandes...'. Las grandes ya pagan", agrega.
-Pero las empresas chicas boletean montos chicos.
"Pero hay millones de empresas chicas y medianas que en realidad suman y que a mano habría sido imposible controlar. Hay un tema que es la venta en negro, de acordar una venta de 120, pero facturar solo 100, y otros productos no se facturan, se venden en negro y la empresa se queda con la plata. La evasión del IVA, dado que disminuye las ventas de las empresas que no lo declaran, disminuye la utilidad y el pago del impuesto a la renta. Según Hacienda, de 100 que se recauden, 40 vendrán por el mecanismo electrónico y 60 por impuesto a la renta.
El que una empresa chica facture y boletee correctamente -con contabilidad simplificada de ingresos y egresos-, permitirá que puedan acceder a otros sistemas de financiamiento, como crédito para capital de trabajo. Si el banco le sigue la pista a sus márgenes, dirá que es una empresa chica, pero gana plata. Hoy lleva esa contabilidad al banco y no le creen nada".
-Usted fue muy crítico en la reforma del gobierno de la Presidenta Bachelet, ¿qué falta a la del Gobierno del Presidente Piñera? Por ejemplo, se prometió bajar los impuestos a las empresas y no se hizo.
"Da lo mismo, ya pasó la vieja. Puedo opinar, y creo que con conocimiento de causa, sobre la recaudación que va a generar no solo la boleta, la factura más la guía de despacho: no es raro que se llegue a US$ 6 mil millones".
-El Imacec acaba de anotar un 2,3% en septiembre, el menor en lo que va del año. ¿Se acabó el impulso de crecimiento económico del Gobierno?
"No creo. Probablemente, estos feriados largos se pagan, y estamos mandados a hacer para hacer fines de semana largos. Creo que sí hay elementos que podrían hacer que la gente esté ' wait and se'. Porque, por ejemplo, si yo soy empresario y veo que la oposición está tratando de unirse para que el Gobierno no saque ningún proyecto por bueno, regular o malo que sea, evidentemente se me quita el ánimo".
-¿Hay algo que le haya faltado al Gobierno para subsanar la situación, como tender puentes políticos?
"Creo que están preocupados de hacer esto, pero les ha costado. El Gobierno está tratando de convencer a los 8 o 10 votos de parlamentarios que les falta para que lo apoyen. Pero, en el caso de la boleta electrónica, cómo no va a ser algo lamentable que se postergue un proyecto así, que lo único que hace es recaudar lo que la gente se apropia indebidamente".
Lo que estoy haciendo ahora es promover una política pública, que lo habría hecho con cualquier gobierno (...) Lo que me importa es que el Estado recaude por donde tenga que recaudar".
Las consultorías que hicimos por montón de años, desde el 81 en adelante, sirven mucho, porque a uno le abren la capacidad de descubrir dónde hay proyectos estratégicamente útiles, buenos e interesantes".
Su experiencia con Acepta, firma que desarrolló las facturas electrónicas en el país
"Inventamos la factura electrónica en la forma en que funciona hoy en Chile, pues no existía en esa época", rememora Jorge Claro. En 2001, fue invitado por el ingeniero Roberto Opazo a integrarse a Acepta, firma que desarrolló la tecnología de la futura factura electrónica, guiándose en modelos internacionales.
Jorge Claro cuenta que por esa época se reunieron con Javier Etcheberry, en ese entonces director del SII, y con Fernando Barraza, actual director del SII y gerente de operaciones del servicio en esa época, para mostrarles el piloto. "Nos juntamos en el mismo edificio en que está el CDF hoy, en Roger de Flor, pero en el piso 7. Les hicimos una demostración y les explicamos que pensábamos que este debía ser el método de facturación en Chile porque iba a permitir controlar la evasión del IVA. (...) Javier Etcheberry nos dijo sí, interesante, pero tenemos otro sistema, que es llegar a los grandes emisores de facturas y copiar el libro de venta con un DVD", recuerda.
Pero asegura que dos semanas después los llamaron desde el SII para que les explicaran cómo funcionaba la tecnología: "Cuando el SII hizo su propio proyecto piloto y echó a andar el sistema, Acepta hizo la factura electrónica número uno", asegura.
Ese no fue el único hito de Acepta, sostiene, ya que la empresa desarrolló la firma electrónica con la huella digital: "Se empezó a usar primero por Entel, cuando había que firmar un contrato, había que poner el dedo y uno firmaba digitalmente", cuenta.
Pese a estos hitos reconoce que por muchos años Acepta "anduvo al tres y al cuatro", porque "se adelantó a los tiempos". Luego, invitaron como socio a Fernando Izquierdo y en 2012 se asociaron con I-Med, por una invitación de Héctor Gómez, su fundador, a la que se unieron otros socios como Sonda, ILC y Banmédica. El año pasado Jorge Claro salió de la propiedad de la sociedad que formaron con I-Med y este año el fondo americano Accel-KKR compró las participaciones de los otros accionistas para quedarse con el control de la firma. "Por eso hoy puedo hablar sin problemas de factura electrónica porque no tengo conflicto de interés", recalca.
¿Le interesa como empresa impulsar alguna firma del rubro de las boletas o factura electrónica? "Para nada, ya lo hice como negocio. Lo que estoy haciendo ahora es promover una política pública, que lo habría hecho con cualquier gobierno. No me importa que sea de izquierda, de derecha o del medio. Lo que sí me importa es que el Estado recaude por donde tenga que recaudar", responde.
FUENTE: WWW.EMOL.COM