En la última década las personas se han inclinado por acogerse a la modalidad de renta vitalicia al momento de elegir su pensión, según cifras de la Superintendencia de Pensiones.
Una tendencia que continúa en lo que va de 2018, ya que a mayo ya se registraban 653.166 rentas vitalicias pagadas versus los 649.868 retiros programados. Pero hace un año la diferencia entre ambas era mayor.
La elección de un régimen de pensión es un trámite en el que hay que invertir tiempo y paciencia. Hay muchas variables que influyen en la opción correcta y que dé frutos a futuro, algo que, por lo demás, depende de cada persona. Y es que la modalidad seleccionada cambia según las características del individuo, como su salud, ahorros y proyección de vida, entre otros. Pero más allá de estos factores, hay una alternativa por la que se han inclinado más en el último tiempo los adultos mayores: la renta vitalicia.
Según cifras de la Superintendencia de Pensiones, desde hace 10 años que se observa esta tendencia y continúa en lo que va de 2018, ya que a mayo se registraban 653.166 rentas vitalicias pagadas, versus los 649.868 retiros programados, es decir, 3.298 más personas que se acogieron al primer régimen. Esta brecha, eso sí, disminuyó en el último año, ya que a mayo de 2017 eran 647.628 las rentas vitalicias que habían sido canceladas y 599.847 retiros programados, esto es, una diferencia de 47.781 pagos entre una y otra modalidad (ver infografía).
Mayor expectativa de vida influye en la mensualidad
Respecto de las razones por las que los chilenos optan más por la renta vitalicia, los expertos coinciden en que estas radican en un mejor rendimiento de esa modalidad.
Desde Alfredo Cruz y Cía. explican que tanto los vectores para el cálculo de retiros programados como las tasas de rentas vitalicias se han ido ajustando a la baja en los últimos años. Sin embargo, la tasa de esta última siempre ha sido menor que el vector de los retiros programados. "Esto trae como consecuencia una pensión más elevada durante los primeros meses o años en relación con el monto que puede ofrecer una compañía de seguros por una renta vitalicia", precisan en la consultora, aunque agregan que en la renta vitalicia la persona cede la propiedad de sus fondos a través de un contrato con la aseguradora, lo que puede reportar beneficios a futuro si la administración de estos es adecuada, sobre todo si la esperanza de vida del cliente es alta. Esto, considerando que la pensión es de por vida.
En el retiro programado los fondos son de propiedad del afiliado y se van ajustando con el tiempo, dado que el saldo acumulado disminuye a medida que se realizan los pagos. Aquí, la pensión pagada depende de la esperanza de vida en cada período cuando corresponda calcular una nueva anualidad, esto por cuanto cada año se actualiza y recalcula el monto que le corresponde recibir a la persona de acuerdo al saldo que tiene en ese momento, la rentabilidad que hayan obtenido los ahorros, la expectativa de vida del afiliado y/o la de sus beneficiarios y la tasa vigente de cálculo de los retiros programados. En este caso, los saldos continúan rentando en la AFP.
"Con la mayor expectativa de vida de los chilenos y tras el ajuste de las tablas de mortalidad, las pensiones han ido bajando su monto frente a la realidad de provisionar durante más tiempo los ahorros", dicen desde la consultora.
Así, teniendo en cuenta que las personas están viviendo más en general, la renta vitalicia surge como una opción sin el riesgo que la longevidad supone para los ahorros.
De acuerdo a María Eugenia Jiménez, directora ejecutiva de la consultora BrainInvest, esta es una alternativa que permite fijar la jubilación en UF y por lo tanto aumenta de acuerdo a la inflación. "Los seniors que superan la expectativa de vida que tenían al inicio del trámite 'sacan ventaja' respecto el retiro programado", asegura.
Enfermedades, ahorros y patrimonio entre las variables a considerar
Para la elección de una modalidad de retiro es clave precisar que los criterios para optar por una u otra deben ser condicionados en función de aspectos como la rentabilidad de los fondos de pensiones, las perspectivas económicas y el rendimiento del mercado financiero, además de las variables que rigen para el cálculo de la futura pensión y, sobre todo, por la situación particular y familiar de quien se jubila (tamaño del grupo familiar y expectativas de vida).
Gonzalo Reutter, socio de la consultora EnSimple, recomienda, por ejemplo, un retiro programado para dos tipos de perfiles. Primero, para quienes pueden asumir los riesgos de longevidad y fluctuaciones de rentabilidad y, segundo, para quienes tengan un antecedente médico (principalmente adverso) que les permita estimar su expectativa de vida mejor que las compañías de seguros. "En el primer caso se encuentran principalmente las personas que cuentan con ingresos o patrimonio fuera del sistema de pensiones", detalla Reutter.
María Eugenia Jiménez coincide en que el retiro programado es recomendado para personas con una enfermedad grave o con una estimación de vida acotada, considerando el futuro de los ahorros acumulados. "Es importante que se opte por esta opción para que los beneficiarios reciban una jubilación sobre el saldo total que quede en la cuenta y ellos deciden continuar, si así lo consideran, en un retiro programado o con renta vitalicia. Es la opción más rentable para los herederos, considerando las circunstancias", comenta la asesora previsional.
Por otra parte, los expertos concuerdan en que la renta vitalicia es sugerida para aquellos que vivirán casi exclusivamente de su jubilación. "También es una buena opción para las personas que toman su pensión como una inversión asegurada, ya que mientras vivan siempre recibirán lo mismo", señalan desde BrainInvest, quienes asimismo se inclinan por una renta vitalicia para las mujeres en general. "Ellas suelen ahorrar menos y dependen más de su pensión. Además, viven más que los hombres, por lo que puede ser una buena alternativa", dice Jiménez.
Desde Alfredo Cruz y Cía. sostienen que independiente de la modalidad, siempre se recomienda que el afiliado reflexione acerca de la real necesidad de pensionarse. "Muchas veces lo hacen inducidos por impulsos o por terceras personas, sin evaluar realmente su impacto tributario o el perjuicio de anticipar la edad de jubilación innecesariamente", advierten desde la consultora.
Renta vitalicia no es heredable, pero sí el retiro programado
La pensión bajo el régimen de retiro programado genera un pago mensual en pesos o UF según elija la persona, y es cancelada por la AFP. Asimismo, el capital acumulado por el afiliado se mantiene en la AFP, la modalidad es de carácter revocable (se puede optar por una renta vitalicia más adelante), constituye herencia y el pago de la pensión dura hasta que existan fondos en la cuenta individual.
En tanto, la renta vitalicia ofrece diversas modalidades: inmediatas, diferidas, simples, con períodos garantizados y aumento de porcentaje de pensión de sobrevivencia.
La alternativa más común en esta modalidad es la inmediata simple, que tiene la particularidad de que la pensión se expresa en UF y es pagada por una aseguradora. Por lo mismo, al optar por esta, la totalidad de los fondos se traspasan a la compañía de seguros, es de carácter irrevocable y no constituye herencia. En este caso, la jubilación permanece constante durante toda la vida del afiliado y debe ser siempre de un valor no inferior al monto de la pensión de vejez solidaria, que actualmente alcanza a los $102.897 mensuales.
LA PENSIÓN bajo el régimen de retiro programado genera un pago mensual en pesos o UF según elija la persona, y es cancelada por la AFP. La renta vitalicia es en UF y es pagada por una aseguradora.
Fuente: www.emol.com