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Principales aspectos de la NIIF 9 sobre instrumentos financieros

Debido a la aplicación del modelo de pérdida esperada, el efecto más importante que se puede avizorar es el aumento del deterioro, lo cual significaría una disminución patrimonial relevante en ciertos sectores industriales.

Fuente: pulso.cl

Por José Luis Carreño.

Durante el año 2018 una de las normas contables relevantes que entra en vigencia es la NIIF 9 sobre instrumentos financieros. Esta norma, en lo esencial, establece los criterios y lineamientos para el registro contable de los instrumentos financieros, reemplazando a la NIC 39.

El motivo principal que se esgrimió para sustituir la NIC 39 fue que dicha norma era difícil de comprender, por lo que era necesario redactar una norma más simple y que se basara en principios. Para organizar este trabajo, el IASB (organismo internacional encargado de la emisión de las NIIF), tomando en cuenta la dificultad del mismo, dividió el proyecto en tres fases: clasificación y medición de los instrumentos financieros, metodología del deterioro de valor y contabilidad de coberturas.

Respecto de la clasificación y medición de los activos financieros, la NIIF 9 pone el acento en dos cuestiones principales: el modelo de negocio de la entidad para gestionar sus activos financieros y en las características de los flujos de efectivo contractuales de sus activos financieros. Por lo tanto, las empresas deben tomar en cuenta ambos elementos para poder efectuar una adecuada clasificación y registro contable de sus activos financieros. En todo caso, los criterios de medición contables son los mismos que tradicionalmente se han aplicado, desde incluso antes de la implementación de las NIIF. Esto es el costo amortizado y valor razonable.

En relación al deterioro, la NIIF 9 establece un criterio general basado en el enfoque de la pérdida esperada, lo cual no estaba permitido bajo la NIC 39. En esta materia, hay un cambio relevante, pues se transita de un modelo basado en pérdida incurrida a uno de pérdida esperada. Este cambio significa que las entidades deben poner atención no sólo a hechos pasados, sino que también a posibles cambios en las condiciones futuras que puedan afectar el valor de sus activos. En este sentido, se puede destacar que en Chile este ítem se encuentra normado hace algunos años por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras, a través de su Compendio de Normas Contables para Bancos, el cual establece que dichas instituciones deben constituir provisiones para cubrir pérdidas esperadas.

Debido a la aplicación del modelo de pérdida esperada, el efecto más importante que se puede avizorar es el aumento del deterioro, lo cual significaría una disminución patrimonial relevante en ciertos sectores industriales. Además, se puede mencionar el hecho de que la mayoría de las instituciones deberán asesorarse para poder adoptar modelos y sistemas que puedan satisfacer los requerimientos de la NIIF 9, lo cual trae consigo un costo adicional al impacto mencionado anteriormente.

Finalmente, respecto a la contabilidad de cobertura, la NIIF 9 si bien flexibiliza las exigencias para medir la eficacia de dichas operaciones, exige mayor divulgación de información acerca de la gestión de los riesgos.

*El autor es académico DCS Universidad de Chile.

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