Los directores enfrentan hoy el desafío de conocer y entender el comportamiento tributario de la empresa.
Fuente: diario.elmercurio.com
Los directores enfrentan hoy el desafío de conocer y entender el comportamiento tributario de la empresa. El comportamiento tributario de una empresa ha dejado de ser "accesorio" -entendido y controlado por algún encargado dentro de la administración- para ser un tema que debe ser ampliamente comprendido y controlado a nivel de directorio. Las empresas han aprendido esto sufriendo no sólo un impacto económico, sino que un fuerte menoscabo reputacional con sus stakeholders. En estos casos normalmente los directores han manifestado no haber tenido conocimiento o entendimiento de la materia y sus explicaciones han revelado no entender a cabalidad qué se considera empresarialmente aceptable actualmente en la materia.
"Algo importante a considerar es que no ha habido realmente un cambio sustancial en las obligaciones legales de los directores. En el tema de ahorro de impuestos, por ejemplo, mucho antes de la norma general antielusiva, comportamientos que eran legales se comenzaron a considerar impropios y empezaron a no ser tolerados por los stakeholders y generaron efectos adversos a las compañías: las empresas que no tuvieron perjuicios económicos, sufrieron perjuicios de imagen", comenta Macarena Navarrete, socia líder de Consultoría Tributaria en EY.
Los directores no pueden alegar desconocimiento de las medidas relevantes tributarias que toman las compañías, pues la normativa permite y exige diligencia también en esta materia. "Si bien no es posible que los directores conozcan el detalle de todas las decisiones tributarias que se toman diariamente, sí es necesario que tengan una comprensión y entendimiento de la tributación normal de la compañía y se informen de las operaciones relevantes que son extraordinarias", acota Navarrete.